El Gobierno Nacional ha sido reiterativo en que la naturaleza del Programa de Alimentación Escolar (PAE) es complementar la alimentación recibida por el estudiante en su hogar y aportar a su bienestar durante la jornada académica, por lo que no debe ser considerado como un sustituto de las comidas que deben ser aportadas por sus padres o cuidadores, la realidad en el país es otra.
El Dane, a través de la encuesta de Pulso Social del mes de abril, demostró que con la llegada de la pandemia son cada vez menos los hogares que pueden asumir esta responsabilidad. Si bien, en 2019, cerca de 93% de la población lograba consumir las tres comidas diarias (el desayuno, el almuerzo y la cena), en abril de 2022, este índice se redujo en 18 puntos porcentuales (pp), ubicándose en 75%.